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Economía Circular y Minería Urbana
Transformando los residuos y subproductos en insumos de nuevos procesos productivos para el desarrollo sustentable
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En el primer semestre de este año el municipio recolectó 25 toneladas de residuos eléctricos y electrónicos, lo que representa un 147% más que lo juntado en el mismo período el año pasado. Desde noviembre de 2012 a diciembre 2013 la cantidad de desperdicios alcanzó las 40 toneladas.
Entre los principales residuos que los vecinos y las grandes empresas acercan a los centros de disposición final se encuentran en su gran mayoría, CPUs, monitores, LCD, televisores, impresoras, escáner, fotocopiadoras, teclados, mouses, parlantes, máquinas de escribir y videocaseteras.
En noviembre de 2012 la subsecretaría de Servicios Ambientales, a través de la dirección de Ambiente lanzó la primer campaña de reciclado de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. La iniciativa se instrumentó en colaboración con Cliba.
En un principio se planteó como una prueba piloto que rápidamente los resultados la convirtieron en un programa permanente.
En los dos primeros meses de recolectaron 15 metros cúbicos de desperdicios eléctrico y electrónicos. El año pasado se incrementó la cantidad a 115 metros cúbicos y en el primer semestre de este año ya se llevan juntados unos 60 metros cúbicos de basura.
“Esto implica que para este año se superarán los números que arrojó la campaña 2013 ya que en el primer semestre de 2014 se recolectó un 147 por ciento más que durante el mismo período de tiempo del 2013. Estos datos además indican la campaña es exitosa y reafirman que esta apuesta ha sido acertada”, comentó Ignacio Massei, director de Intervención Ambiental del municipio.
El incremento en la cantidad de basura confirmó, por otra parte, la buena predisposición de los vecinos por cuidar el medio ambiente. Quienes requieran desechar algún electrodoméstico o aparato electrónico en desuso lo puede depositar en los tres centros de acopio que dispone el municipio en Godoy y Novella, Antártida Argentina y Arabarco y José Rosa 750. También pueden depositarlos en las comisiones vecinales.
Las empresas privadas o instituciones pueden trasladarlos al predio que Cliba posee en Parque Industrial, ubicada en Domingo Savio s/n.
Los residuos acopiados en la ciudad son tratados por Cliba mediante un primer proceso de descontaminación para extraer los componentes potencialmente peligrosos para el ambiente como metales pesados. En una segunda etapa se procede al desguace y trituración, donde además se separan los materiales reutilizables.
Todo lo que se ha considerado tradicionalmente como residuo puede transformarse en un recurso. Foto: FriendsofEurope en Flickr (cc)
Se calcula que para 2050 la población mundial será de 9.000 millones de personas, una población que necesitará tres veces más recursos que los usados en la actualidad. Hoy por hoy, el 80% de cuanto utilizamos se emplea una sola vez, para descartarlo a continuación. Queda clara la necesidad de contar con una alternativa al modelo actual de extraer-usar-tirar.
El comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea, Janez Potocnik, afirma que la solución pasa por evolucionar hacia una “economía circular” en la que nada se deseche y todos los recursos se aprovechen continuamente en un círculo virtuoso. Sin embargo, este nuevo modelo requiere indudablemente un profundo cambio de mentalidad, lo cual plantea un reto de grandes proporciones para legisladores, instituciones financieras, investigadores y empresas, pero también para la ciudadanía, en cuanto consumidores.
El llamamiento del Comisario a construir una economía circular que “ahorre recursos y cree empleo” fue un tema recurrente a lo largo de la Semana Verde, un acontecimiento celebrado en Bruselas a principios de este mes. Este concepto se fundamenta en la reutilización, reparación, renovación o reciclaje de materiales y productos y en asegurar una gestión más eficiente de todos los recursos a lo largo de su ciclo de vida.A grandes rasgos, todo lo que se ha considerado tradicionalmente como residuo puede transformarse en un recurso.
El planteamiento se antoja lógico, pero este nuevo orden está supeditado a un cambio radical de las actitudes y a un vigoroso impulso a la innovación. “La economía circular será el gran reto de innovación durante los próximos decenios”, admitió el comisario. “Sobrevivirán aquellos que hayan invertido y estén listos para competir en un mundo con limitaciones de recursos”, advirtió.
Worn Again (Reino Unido) es un ejemplo de empresa que apuesta por el modelo de la economía circular y trata de “crear un ciclo cerrado”. Esta empresa está desarrollando una tecnología química para el reciclaje de tejidos y un modelo de recursos de ciclo cerrado que posibilitarán, una y otra vez, la recogida de prendas de vestir y otros tejidos ya utilizados, su procesamiento y su conversión en nuevos hilos, tejidos y prendas de vestir. El objetivo último es erradicar por completo los residuos textiles.
Su directora, Cyndi Rhoades, compartió tribuna con el comisario durante la Semana Verde y secundó la idea de que las tecnologías de reciclaje innovadoras son la clave para crear un flujo circular de recursos. Según indicó, uno de los principales retos para Worn Again consiste en separar las fibras mixtas de algodón y poliéster para obtener materiales adecuados de cara a su reutilización. Sencillamente, esto es misión imposible sin la intensa labor de innovación que tiene lugar en los laboratorios de lal empresa y sus colaboradores. “Para cerrar el ciclo, necesitamos una tecnología de ciclo cerrado”, reiteró Rhoades.
Sin embargo, y a diferencia de Worn Again, muchas pymes europeas están asentadas en el modelo económico actual y les resultarán complicadas las demandas tecnológicas y el consecuente desembolso que plantea la transición hacia una economía circular. Otra oradora durante la Semana Verde fue Rosa Solanes, de UEAPME, organización que representa a las pymes a escala de la UE. En sus palabras: “Las pymes necesitan ayuda tecnológica. Hay cambios sencillos que pueden introducir por su cuenta, pero si quieren ir más allá, no poseen capacidad suficiente […] Los bancos no tienen en cuenta la eficacia en el uso de los recursos al evaluar los proyectos propuestos por las pymes. También hay que impartir formación sobre la economía circular a las entidades financieras”.
Solanes consideró encomiables los ejemplos de pymes volcadas con lo ecológico que apuestan por el modelo de la economía circular, pero señaló que no son representativas del grueso de las empresas europeas. “Los ejemplos expuestos son buenos, pero no dejan de ser una minoría. La mayoría de las pymes no es circular todavía, sino lineal”, señaló. Todo indica que estas pymes y todas las demás entidades de la cadena de los recursos no tendrán más opción que adaptarse.
El Comisario Potocnik recalcó que la economía circular no se podrá establecer si todo se deja en manos de los individuos, las empresas y los mercados. “Necesitamos convenios nacionales e internacionales que pongan límites al comportamiento de los individuos y de las empresas”. Con esto en mente, está previsto que la Comisión proponga en julio objetivos vinculantes relativos al reciclaje y a la adquisición pública como parte de un plan de medidas enfocadas hacia la economía circular.
Verifying Environmental Sustainability in the Electronics Marketplace
Published by UL Environment, Inc. Selecting an appropriate strategy for verifying product environmental sustainability has become an increasingly complicated process for manufacturers in the electronics marketplace. This UL white paper provides details on the sustainability verification options available to electronics manufacturers. Beginning with an overview of the market for sustainable electronic products, the paper then identifies the spectrum of product sustainability concerns. It then discusses various verification pathways available to manufacturers, and the role of sustainability standards in that process. The paper concludes with some considerations for electronics manufacturers seeking to demonstrate their commitment to sustainable practices.
El proyecto de la norma internacional fue presentado a fines de 2012 a la ISO por el instituto de normalización de Francia, AFNOR con el acompañamiento de la brasileña ABNT. AFNOR ya había trabajado en un marco de compras sustentables en Francia junto al Observatorio de las Compras Responsables y el Departamento de Compras del Estado.
“Hay que reconocer que Brasil está en todos los temas nuevos de punta de la ISO, como Eficiencia Energética, RSE, Biocubustibles, Compras Sostenibles. Brasil no impone sus modelos técnicos, sino que quiere liderar la discusión política“, explica Luis Trama, Director General de IRAM.
Si bien está basado en la norma francesa, se sabe que Inglaterra está haciendo fuerza para imponer su propio modelo y este segundo borrador ya se lo contempla.
“No será un sistema de gestión. Serán guías y recomendaciones. De hecho, en el primer borrador se hablaba de ´debe´ y ahora habla de ´debería´. Aunque es probable que los Gobiernos sí tengan interés en empujar hacia una norma certificable por el tema de la transparencia en los proceso de compra”, contó a ComunicaRSE una fuente involucrada activamente en el proceso.
“Se está formando un Comité Especular en Argentina y estamos viendo de convocar a todos los actores, empresa, gobierno, a un amplio proceso de participación”, invita Luis Trama.
“La ISO 26000 significó un hito en la ISO. Este tema que tiene la 26000 de contemplar a las partes interesadas se está integrando al resto de los sistemas de gestión. La “High Level Structure”, que es el tronco común de los sistemas de gestión, como calidad, ambiente, riesgo, energía, pide a ahora a todos que tengan en cuenta el contexto y a las partes interesadas. Eso viene de la 26000”, explica Adriana Rosenfeld, experta de IRAM.
Me llevó a uno de los vertederos de residuos electrónicos de Agbogbloshie Market, en Accra. Sentí una sensación de ahogo por la inhalación del gas tóxico y el intenso humo negro me impedía ver la línea del horizonte.
El fotógrafo aún no ha olvidado esas sensaciones. Que Ghana se había convertido en el e-basurero de Europa, Estados Unidos y Japón era algo que se venía denunciando desde hacía tiempo por parte de la ONU e investigadores de todo el mundo. Pero fue aquel taxista de Acra el que le hizo ser consciente de la situación que vivía el país, vecino de su natal Burkina Faso.
La quema de componentes de plástico y goma en los vertederos es diaria. Nyaba lo comprobó porque volvió varias veces a Agbogbloshie Market. Constató también que muchos de los que, después de la quema, recuperaban el cobre de los dispositivos eran niños de apenas 10 años. Si sus pulmones aún no se habían recuperado de la inhalación de humo y gas de su primera visita se podía hacer una idea de cómo esa exposición diaria a los vapores de PVC, al plomo o al mercurio estaría afectando a la salud de aquellos pequeños.
Los daños medioambientales eran también evidentes más allá de aquel vertedero. No en vano, Ghana, y en especial Accra, recibe buena parte de los 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que, según la ONU, se genera en un solo año. El negocio es redondo para los mayoristas que compran el material que llega, en muchas ocasiones, desde los países más ricos bajo la etiqueta de bienes de segunda mano o de donaciones para esquivar los controles. Una vez recuperado el cobre, lo venden a Nigeria o a India para la fabricación de bisutería y joyas que comprarán en su mayoría europeos y norteamericanos.
Nyaba pudo con la impotencia de ver cómo día el día el negocio seguía a flote a costa de la salud de la población y del medioambiente de la ciudad. Su cámara le había acercado al problema y con ella tenía previsto denunciar la situación. A partir del 28 de agosto, todas las fotos que el fotógrafo de Burkina Faso, ganador del Union Européenne [JA1] Prize y el Foundation Blachère Prize en 2011, disparó en aquel vertedero podrán verse en Getxophoto.
Aumenta la preocupación por la amenaza que los plásticos representan para la vida marina. Según dos informes dados a conocer durante la apertura de la primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), el coste financiero global a los ecosistemas marinos podría ser de 13.000 millones de dólares al año (unos 9.600 millones de euros).
La contaminación del entorno marino representa el mayor coste ambiental del plástico, y probablemente la cifra de 13.000 millones de dólares sea una estimación a la baja
La decimoprimera edición del Anuario del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se centra en diez asuntos emergentes señalados en informes previos de la última década, incluyendo los residuos plásticos en el océano. El Anuario 2014 del PNUMA proporciona información actualizada sobre cada tema e ideas para la acción. Otros de los asuntos abordados incluyen los impactos medioambientales de un exceso de nitrógeno, la contaminación del aire, la ciencia ciudadana y la acuicultura.
La Valoración de los Plásticos, un informe apoyado por el PNUMA y producido por el Proyecto Divulgativo del Plástico (PDP) y Trucost, aporta un caso práctico sobre la gestión y divulgación del uso del plástico en la industria de los bienes de consumo. El estudio revela que el coste de capital natural del uso de plástico en la industria de bienes de consumo es de 75.000 millones de dólares al año (más de 55.000 millones de euros), calculado como el impacto negativo de la contaminación al ecosistema marino o la contaminación del aire causada por la quema de plásticos.
El informe señala que más del 30% del coste de capital natural se debe a las emisiones de la extracción de materias primas y procesamiento. Sin embargo, dice que la contaminación del entorno marino representa el mayor coste y que probablemente la cifra de 13.000 millones de dólares sea una estimación a la baja.
Los plásticos juegan indudablemente un papel crucial en la vida moderna, pero los impactos medioambientales del modo en que los usamos no pueden ser ignorados
“Los plásticos juegan indudablemente un papel crucial en la vida moderna, pero los impactos medioambientales del modo en que los usamos no pueden ser ignorados”, dijo Achim Steiner, subsecretario general de las Naciones Unidas y director ejecutivo del PNUMA. “Estos informes muestran que reducir, reciclar y rediseñar los productos que emplean plásticos pueden traer múltiples beneficios para la economía verde: reducir el daño económico a los ecosistemas marinos y a la industria del turismo y la pesca –vital para muchos países en desarrollo–, además de suponer un ahorro y oportunidades para la innovación de las empresas, al mismo tiempo que se reducen riesgos reputacionales”.
Una gran cantidad de plásticos acaban en el océano en forma de basura, procedentes de vertederos mal gestionados, actividades turísticas y pesca. Algunos de estos materiales se hunden en el océano, mientras que otros flotan y pueden recorrer grandes distancias –debido a las corrientes marinas–, contaminando litorales y acumulándose en el océano.
Existen multitud de informes sobre el daño medioambiental causado por el desperdicio de plásticos: muerte o enfermedad de criaturas marinas por su ingestión, como tortugas, delfines y ballenas atrapados, y daños a hábitats críticos como los arrecifes de coral.
También existe preocupación por la contaminación química, la expansión de especies invasivas a través de fragmentos de plásticos y el daño económico a las industrias de la pesca y el turismo en muchos países.
Desde 2011, cuando el Anuario del PNUMA examinó por última vez los residuos plásticos en el océano, ha crecido la preocupación acerca de los microplásticos (partículas de hasta 5 mm de diámetro, manufacturados o creados con fragmentos plásticos). Se ha visto que estos han sido ingeridos por organismos marinos, incluyendo aves marinas, peces, mejillones, lombrices y zooplancton.
Los microplásticos no suelen ser filtrados durante el tratamiento de aguas residuales y son directamente expulsados en ríos, lagos y océanos
Un asunto emergente es el aumento directo del uso de microplásticos en productos de consumo como las ‘microperlas’ en pastas de dientes, geles y limpiadores faciales, según el Anuario del PNUMA. Estos microplásticos no suelen ser filtrados durante el tratamiento de aguas residuales y son directamente expulsados en ríos, lagos y océanos.
Se han descubierto multitud de microplásticos en las comunidades de microbios del Atlántico del Norte. Esta “plásticoesfera” puede facilitar el transporte de múltiples microbios, patógenos y especies de algas. Los microplásticos también han sido identificados como una amenaza para organismos más grandes, como la ballena franca del norte, que está potencialmente expuesta por su alimentación.
Las tendencias de producción, modos de uso y cambios en la demografía causarán un aumento del uso de plásticos y de ahí que ambos informes pidan a empresas, instituciones y consumidores que disminuyan sus residuos.
El informe Valoración de Plásticos ha descubierto que las compañías de bienes de consumo se ahorran actualmente 4.000 millones de dólares cada año (casi 3.000 millones de euros) gracias a la gestión del plástico, como el reciclaje, y que hay un gran potencial para lograr un mayor ahorro. Sin embargo, el uso de los proyectos divulgativos del plásticos es muy pobre: de las cien compañías evaluadas, menos de la mitad afirmaron tener información sobre el uso de los plásticos.
La investigación revela la necesidad de que las empresas consideren su huella de plásticos, del mismo modo en que lo hacen para el carbono, el agua y los bosques
“La investigación revela la necesidad de que las empresas consideren su huella de plásticos, del mismo modo en que lo hacen para el carbono, el agua y los bosques”, dijo Andrew Ruseel, director del Programa de Divulgación de Plásticos. “A través de medir, gestionar e informar sobre el uso y desecho de plásticos mediante el PDP, las empresas pueden mitigar riesgos, maximizar las oportunidades y ser más exitosas y sostenibles”.
Iniciativas como el PDP y la alianza liderada por el PNUMA sobre la Alianza Mundial por los Océanos Libres de Basurahan ayudado a concienciar y conseguir que se aborde el asunto. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer.
Algunas recomendaciones del informe para una acción más profunda son:
“La valoración del capital natural tiene el poder de ayudar a las organizaciones a entender sus impactos medioambientales, incluyendo la contaminación del océano”, dijo Richard Mattison, jefe ejecutivo de Trucost. “Poniendo un valor financiero a los impactos de los residuos plásticos, las compañías pueden ser más efectivas en la gestión medioambiental de sus negocios. Destacando el ahorro que se deriva de reutilizar y reciclar, poniendo las bases de buenas prácticas para la mejora proactiva de la sostenibilidad”, concluyó.
Foto portada:
katerha en Flickr (cc)
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El crecimiento que ha tenido Uruguay en estas últimas décadas en diversos planos (comercial, industrial, tecnológico), acompañado del aumento de bienes y del consumo, ha traído como contrapartida un notableincremento en la generación de residuos, cuya gestión se plantea como un tema sensible para los ciudadanos uruguayos. Históricamente, las encuestas realizadas para el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) señalan que este es el primer tema de preocupación para la ciudadanía.
Como forma de acompañar el crecimiento del país y el aumento en la generación de residuos, el Estado, fundamentalmente a través de los gobiernos departamentales y del MVOTMA como referencia nacional en temas ambientales, se replanteó el paradigma bajo el que concibe la gestión de residuos, pasando de la búsqueda de sitios de disposición final a la puesta en valor de los mismos.
Esta nueva concepción supuso un salto estratégico que apunta básicamente a revalorizarlos, priorizando su retorno a la cadena productiva a partir de la generación de nuevos procesos o productos surgidos de los desechos, y el tratamiento diferencial de los llamados “segmentos” de residuos(industriales, envases de agroquímicos y sustancias peligrosas).
En este marco y a partir de la reglamentación en el año 2007 (Decreto 260/007) de la Ley Nº 17.849 de “Uso de envases no retornables”, se comienza a implementar el denominado Plan de Envases en varios departamentos del país, como Canelones, Flores, Maldonado, Rivera y Rocha. A ellos se ha sumado este año Montevideo, con dos plantas de clasificación en funcionamiento y otras dos en proceso de construcción.
Este nuevo sistema, que transfiere la responsabilidad de la financiación al sector privado, en tanto que es el generador de envases que se convierten en residuos, presenta un fuerte componente de inclusión social, además del componente ambiental y económico. Su funcionamiento permitió recuperar 1.200 toneladas de residuos anuales y crear 134 puestos de trabajo en los primeros departamentos en los que se implementó, y otros 128 puestos de trabajo en las primeras plantas de Montevideo. El sistema, 100% operativo en la capital, permitirá procesar y valorizar residuos que se estiman del orden de 7.000 toneladas por año.
Para alcanzar esta meta, es fundamental contar con la adhesión de la ciudadanía, que se concreta a partir de la clasificación en los hogares (separación en origen) y su depósito en los contenedores de “Tu envase sirve”, ubicados en los supermercados y centros comerciales. A través de la página web tuenvasesirve.uy, se puede obtener más información y detalles respecto del Plan de envases en Montevideo.
Como parte de esta política de tratamiento integral del residuo, en mayo de 2013 se aprobó el decreto que regula la gestión de residuos de envases agroquímicos, asignando la responsabilidad al sector importador, formulador y productor de productos agroquímicos utilizados en la producción animal y vegetal. Y se concretó también el proyecto –realizado en conjunto con la Cámara Uruguaya de Industrias y la Intendencia de Montevideo– para la instalación de una celda de seguridad de residuos sólidos industriales que estará operativa a principios de 2015.