Según la RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), organismo dependiente de la ONU, en el continente africano existen vertederos no controlados, desgraciadamente. Según todas las fuentes que investigan estos vertederos, el 80 % son ilegales; allí se encuentra frigoríficos, congeladores, equipos de aire acondicionado, radiadores, electrodomésticos, equipos de informática y telecomunicaciones, aparatos electrónicos de consumo, televisores, monitores y pantallas, paneles fotovoltaicos de silicio o de teluro de cadmio, pilas y otros objetos de litio, lámparas LED…
La imagen de niños buscando los “tesoros” ocultos entre la chatarra que los países ricos envían y que ya no sirven para ellos, muestra cómo es el modo de vida que tienen. Desgraciadamente, junto al oro, platino, paladio, cobre… que encuentran se enfrentan a todos los productos nocivos, e incluso algunos mortales, como el arsénico, azufre, litio, cadmio… muchos de los cuales aún la medicina no conoce lo que pueden afectar al ser humano.
Lo que sí conoce es que dejan huellas en su sangre, según demuestra una serie de estudios científicos publicada en 2017 por investigadores de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria sobre los emigrantes rescatados de las pateras.